Sin nombre, sin rostro y sin vergüenza

Hace apenas un mes el PP de Llíria distribuyó por los buzones de las urbanizaciones un boletín titulado “La veu popular”. En este escrito, además de diversos artículos que glosaban sobre el mucho “progreso y bienestar” que el equipo de gobierno está llevando a las urbanizaciones (esto es opinable), aparecía con la única identificación de “carta de un vecino” un libelo claramente insultante, a través del cual y apoyándose en la comodidad del anonimato, el misterioso “escribidor” lanzaba a diestro y siniestro toda suerte de insultos y descalificaciones a la formación MOVE, partido -no lo olvidemos- elegido democráticamente.

Dado que el panfleto en cuestión está publicado en un boletín editado por el PP de Llíria, dado también el espacio que se concede al mismo -nada menos que 3/4 de página de un total de 4- y que éste además no está acompañado de un texto del estilo de “La editorial no se responsabiliza de las opiniones…”,  cabe pensar que el PP se identifica plenamente con las opiniones del autor, y ya que éste último se niega en redondo a identificarse, para poder referirme a él en adelante, lo bautizaré con un nombre cualquiera, uno común, por ejemplo: Pepe.

La primera apreciación observable es la diferencia de tono (exaltado y vulgar) del artículo en cuestión con respecto a los demás, todos ellos escritos en un todo bastante neutro, casi notarial. La segunda apreciación, es que el PP dice a través de Pepe lo que piensa de MOVE usando un tono tabernario que no se puede permitir y para ello nada mejor que buscar el canal adecuado = un vocero exaltado.

Este procedimiento es práctico -evita responsabilidades- y en caso de que al PP se le reproche el contenido del artículo siempre puede alegar que es “opinión de un vecino”. Mientras tanto Pepe, agazapado de forma miserable en su anonimato se siente seguro y en última instancia respaldado por las siglas que encabezan el boletín.

Resultado: de las opiniones vertidas, no se responsabiliza NADIE.

Entrando en el contenido puro y duro del libelo en cuestión, el autor, perfectamente consciente de su invalidez argumentativa, pero envalentonado por la tribuna que inexplicablemente se le ofrece y dispuesto a disfrutar de su minuto de gloria, se dedica a hacer lo único que su ignorancia le permite: rodear el nombre de MOVE, desde la primera línea, de adjetivos descalificadores. Enumero sólo algunos: auténtica plaga, envenenadores de conciencias, ambiciosos, manipuladores, sembradores de discordia, etc. sin justificar en ningún momento estos descalificativos, para a continuación -en un acto de sonrojante caradura- acusar a MOVE de falta de argumentos políticos.

De este modo: sin nombre, sin rostro y sin vergüenza, el remitente nos ofrece a continuación una inesperada muestra de candorosa ingenuidad al acusar a MOVE de tener como único fin el desgaste del gobierno para ganar las elecciones e “instalarse ellos en el poder”… Hasta el más acérrimo votante del PP conoce la capacidad de su partido para desgastarse por sí mismo sin ayuda de nadie, así como para auto descalificarse. Sin ir más lejos, la publicación de este exabrupto en su boletín es prueba flagrante de ello.

Por último, haré alusión a la grave acusación que vierte este sujeto contra -no especifica- ¿Dirigentes de MOVE? ¿Votantes de MOVE? Acusándolos de insultar, calumniar y perseguir a los presidentes de las asociaciones de vecinos que han decidido urbanizar. Insisto, desde el anonimato y en un escrito encabezado por las siglas del PP. Si esos incidentes realmente se han producido ¿Cómo no han interpuesto el o los afectados una denuncia? ¿Será tal vez para no caer en el estrepitoso ridículo de la anterior denuncia, las famosas “amenazas de muerte” que sólo existían en la mente de la concejala de urbanismo?

No estaría mal -concluyendo- que el PP de Llíria buscara otro modo de ejercer su derecho a defender sus posiciones políticas; con más educación, más argumentos y más nobleza. Un buen comienzo sería sin duda buscar un nuevo vocero, este sí, dotado de nombre, rostro, vergüenza, educación y esas cosillas que tiene todo hombre que se precie de serlo.

Con esto se despide de ustedes atentamente -fíjese Ud. cómo se hace señor Don Tú-

Carlos Hueso

Extracto de “La Veu Popular - Especial Urbanizaciones” - Abril 2012: