Cuando toda Europa nos mira mal, cuando el
Gobierno español aboga por el “equilibrio de las cuentas” -tanto las propias,
como las de las familias y las empresas-, cuando incluso el gobierno de la
Comunidad Valenciana, cuna de los abusos urbanísticos, ofrece medidas
“anti-crisis” con un reciente Decreto Ley que da la posibilidad a los
propietarios afectados por un PAI de suspenderlo entre 2 y 4 años, entendiendo
que estos ciudadanos ya se encuentran suficientemente asfixiados económicamente...
el PP de Llíria sigue apostando por la urbanización de las urbanizaciones.
En el Pleno municipal del pasado jueves, el equipo de gobierno edetano
aprobó un nuevo PAI: la UE45 Alt de la Botigueta, a pesar de que el 56% de los
propietarios han manifestado estar en contra, a pesar de que ninguno se ha
mostrado a favor y a pesar de que los representantes de más del 50% de la
ciudadanía de Llíria -la totalidad de la oposición- desaprobó claramente el
inicio de un procedimiento que va en contra de los intereses vecinales.
Esta vez, al equipo de Izquierdo se le ha
visto el plumero: no ha hecho falta ninguna supuesta petición vecinal para
iniciar este PAI. Se hace porque sí.
Hasta ahora, según Mazzolari, la Concejala de
urbanismo y urbanizaciones, los procedimientos se iniciaban a solicitud de los
propios vecinos…insistimos, según Mazzolari.
En Edeta UE29A, un supuesto 59% de los
propietarios solicitaron el inicio de su PAI, confundidos por un “buen vecino”
que les prometía trabajo para poder hacerle frente.
En la Sima UE47, un posible 77% de los
propietarios solicitaron el inicio de su PAI, arrastrados por un circense que
casualmente pudo instalar su carpa en el municipio las pasadas navidades, tras
varios años intentándolo sin éxito.
En Safareig UE42, un probable 27% de los
propietarios solicitaron el inicio de su PAI… liderados por un personaje cuya
hija ha sido agraciada con la supervisión técnica de las dos anteriores obras,
a pesar de no tener experiencia en la materia. Son 18000 euritos por obra.
La UE45, Alt de la Botigueta, sienta un
precedente. Ahora por fin, nuestro equipo de gobierno ha decidido liberarse de
“ciertas obligaciones” para con algunos de nuestros altruistas promotores
aprobando la ejecución (nunca mejor dicho) de esta urbanización, simplemente
porque le da la municipal gana.
La campaña de propaganda de Mazzolari, llegó
el jueves a su colmo con una mentira que ofendía a todos los asistentes del
pleno en Ca la Vila, exhibiendo un documento que según ella representaba “la
petición anónima de unos propietarios que han solicitado asistencia técnica
para proceder a su reparcelación y posterior urbanización”. ¡Esta petición era
del 2001! Entonces, José-María Aznar todavía afirmaba: “España va bien”.
La intervención del Alcalde Izquierdo, fue estelar:
“Señores de la UE45, no se preocupen, primero toca reparcelación y para cuando
tengan que empezar a pagar habrán pasado 2 años”… ¿Entonces? Los vecinos de la
UE29A, la UE42, la UE47 en ejecución ¿sí se tienen que preocupar, verdad? Estos
tienen que pagar YA, conseguir financiación o donar su casa al mejor postor, sufrir
las consecuencias del afán urbanizador de nuestros responsables políticos, como
en la UE33 Vergel de San Miguel donde 121 cuotas se han girado a los vecinos
por vía de apremio y otras 50 están pendientes de girar. Vía de apremio = un
20% de intereses ¡trocotroc! a las arcas municipales.
La concejala de urbanismo tiene la
desfachatez de denunciar el “acoso” que sufren los vecinos que sí quieren
urbanizar. ¿Y por qué no lo demuestra? Porque no puede. Porque el acoso lo
están padeciendo los vecinos que no quieren urbanizar ahora porque no pueden.
También están siendo agredidas las asociaciones que defienden a estos
ciudadanos, también los representantes políticos de la oposición. Y este acoso está
llegando a un punto desesperante.
Los componentes de la FALL, supuesta Federación
de asociaciones, que no es más que una Agrupación de Interés Dudoso, que reúne
a los pudientes promotores de las obras de Edeta, La Sima y Safareig, están
generando la crispación entre los vecinos de las urbanizaciones. Y Mazzolari recompensa a estos esbirros a base
de contrataciones a dedo y otros beneficios que no han salido a la luz,
todavía. ¿Quién acosa a quien?
Para cualquier persona en su sano juicio,
endeudar a un ciudadano en las circunstancias actuales, con una cuota urbanística
de poco menos de mil euros al mes, es de una maligna perversidad. Se está
gestando en Llíria una catástrofe económica y social y todo esto con el
beneplácito del equipo de gobierno local. Las miradas impasibles de los 11
ediles que están aprobando, pleno tras pleno, un PAI detrás de otro, son escalofriantes.
La actuación del equipo de gobierno local, indignante.
En fin, la UE45 Alt de la Botigueta, se va a
convertir en un polígono industrial más de Llíria, por la voluntad de la
Concejala de Urbanismo.